10/31/2009

Los motivos subyacentes

Los motivos subyacentes
Creo que es importante analizar las diferencias entre
hombres y mujeres desde una perspectiva imparcial y no
tomarse las cosas demasiado en serio ni como algo personal.
Estoy convencido de que practicante cualquier pensamiento
o conducta que una mujer expresa, no importa el
poco sentido que en ese momento parezca tener para ti,
se sustenta sobre una intención positiva que lo respalda.
El drama, a menudo, es una forma de reclamar atención.
Los celos son, frecuentemente, un modo de proteger la
relación. Los juegos son herramientas que le permiten
asegurarse de que vas en serio y estás dispuesto a invertir
energía en la relación, etcétera.
Así que, mientras practiques para aumentar tu éxito con
las mujeres, recuerda no tomarte las cosas de un modo
personal. No te desalientes si te encuentras con juegos,
drama y cosas que no comprendes. Es lo normal.
Creo que, como sustrato de todo, los hombres están
habitualmente intentando encontrar a una mujer que les
de sexo, mientras que las mujeres están usualmente intentando
encontrar a un hombre que les dé lealtad y
compromiso.
Este orden de cosas se ha desarrollado durante millones
de años y es evidente que estas metas contienen un conflicto
obvio de intereses.
Así que simplemente admítelo y, a medida quepractiques
y aprendas, no olvides tomar estos factores en consideración.
Y, por supuesto, no te tomes nada de esto personalmente.
Los hombres han estado lidiando con estos mismos
problemas durante un largo tiempo.

Mujeres caprichosas



Mujeres caprichosa
La mayor parte de las mujeres sexy tienen también su
lado oscuro.
Ese lado oscuro secretamente desea encontrar a un
hombre que mantenga el control sobre sí mismo, sobre la
realidad de ella y también sobre la que ambos comparten
juntos.
Sin embargo, nunca lo admitirá. A menudo, ni tan siquiera
a ella misma. Sólo la parte subconsciente de su mente
reconoce claramente que éstas son cualidades que ella
busca y desea en un hombre y obrará de acuerdo a esa
premisa cuando las detecte, desatando una profunda
pasión y actracion hacia el hombre que las posea.
Del mismo modo, ese lado oscuro sostiene un acallado
DESPRECIO por la gente débil (especialmente por aquellos
hombres dispuestos a darle cualquier cosa que pida),
como queda evidenciado por los comentarios del tipo “Es
sólo un chico que tengo para que me compre cosas” o
“Es mi juguete” son exprciones que las mujeres usan mas frecuentemene de lo que crees con sus amigas.

Cuando se trata de regalos y resto de cosas que los
hombres compran a las mujeres, la realidad es que la
mayoría de ellas tomarán todo cuanto puedan (incluso si
tienen que manipular un poco para conseguirlo), pero
finalmente perderán el respeto y el interés por un hombre
que les ofrezca demasiado.

Para entenderlo en toda su extensión, tienes que comprender
cuál es la REALIDAD cotidiana para la mayoría
de mujeres atractivas. Y esa realidad es que los hombres
comen de la palma de su mano todo el tiempo y no dudan
en proporcionales cuanto piden o demandan.
En el peor de los casos, tan sólo tienen que mostrarse un
poco decepcionadas y actuar de un modo caprichoso y
arrogante para salirse con la suya.
Tristemente, los hombres a menudo muerden el anzuelo
y se comportan de un modo sumiso porque tienen miedo
de que ella se sienta defraudada y los abandone si no
hacen exactamente lo que les pide.
La triste realidad es que, comportándose de este modo,
es MUCHO MÁS PROBABLE que ella se vaya. Esta es una
de esas paradojas que finalmente se convierte en profecía
que se autosatisface.
Ella gimotea, el hombre dice “Oh, no… tengo que hacer
todo cuanto me pida o se irá. Aunque sé que sus exigencias
son ridículas, tengo que soportarlo o me abandonará…”
y hace lo que le pide
¿Sabes qué? Por paradójico y trágico que pueda parecer
es entonces cuando ella la abandona y se va.
Comprende que esta implícita relación de servidumbre es
mala para ella, para ti y para la relación existente entre
vosotros.

Como tener el control de la relación



Debes aprender a no dejar nunca que una mujer se comporte
como una mocosa sin reprimirla por ello. Cuando
su comportamiento sea caprichoso e inadmisible, consigue
hacérselo saber claramente. Eso sí, de un modo DISTANTE
Y CASI INDIFERENTE.
Puede que esto sea contrario al sentido común pero, recuerda
de nuevo que estamos tratando con la conducta
humana femenina, que tiene raíces y fuerzas motrices
que son complejas y, a menudo, difíciles de ubicar y rastrear.
¿Qué hacer entonces? ¿Cuál es el modo adecuado de
comportarse?
La solución es NO sucumbir a todas las cosas que ella te
pida. Deja que eso lo hagan todos los demás por ti. Tú
debes ser diferente.
Exige de ella que sea capaz de llevar su propia carga y
llámale la atención cuando se comporte de una forma
caprichosa e inadecuada, del mismo modo que lo harías
con un amigo o con un familiar cercano.
Utiliza el mismo tono “eres mi amigo y te digo esto en tu
propio beneficio” que utilizarías en ese caso, bromea y
búrlate de sus inseguridades.
Pon en una perspectiva diferente a aquellos hombres que
se desviven por acatar todas sus sugerencias, como si de
la palabra de dios se tratara y examina su belleza desde
una nueva óptica: como una maldición que impide que
los demás la valoren por lo que realmente es.
Hazla comprender cómo cualquier hombre que ella conoce
estaría dispuesto a acostarse con ella en un minuto, y
cómo eso a menudo conduce a una menor satisfacción
interior.
Dicho esto, la realidad es que las mujeres se acuestan, y
lo seguirán haciendo, con hombres ricos que le saquen
brillo a sus botas y también con tipos atractivos como
modelos de pasarla que no las tratan bien en absoluto, a
cambio de satisfacer sus impulsos FÍSICOS.
Pero, en general, un hombre de aspecto medio que se
cuide, se respete a sí mismo, gane suficiente dinero como
para vivir confortablemente, se muestre seguro de sí
mismo, sea divertido, suponga un desafío y controle la
situación; uno que suponga un reto constante y nunca
JAMÁS se arrodille para besar el suelo que ella pisa, será
mucho más gratificante para una mujer sexy que cualquiera
de los otros. Un hombre que se comporte de ese
modo, no sólo ganará su cuerpo, sino también su interés
y fascinación.

10/18/2009

Por qué las mujeres se sienten atraida por cosas como la fama, el dinero y el poder


Copiado del libro la seducen femenina de Oscal Garrido

Recientemente, tuve que responder a la pregunta ¿Qué
tiene la fama, el dinero y el poder que consigue atraer a
las mujeres con tanta fuerza hacia los hombres que disfrutan
de tales privilegios?”
Serenamente, respondí diciendo que las mujeres sienten
atracción por los hombres que son famosos, ricos o poderosos
por una y sólo una ÚNICA RAZÓN.
Es ésta:
Se sienten atraídas hacia ellos porque están genética y
culturalmente programadas para creer que estos hombres
son más inteligentes, más divertidos, más interesantes
y más capaces de proporcionarles no sólo el estilo
de vida, sino también y fundamentalmente, la clase de
sentimientos que desean experimentar.
En su notablemente brillante libro Influencia: ciencia y
práctica, Robert Cialdini detalla el principio psicológico
llamado “efecto halo”. En resumen, este principio implica
que los humanos asumen que la gente atractiva y poderosa
es más inteligente y más digna de confianza que la
gente convencional.
Por eso, tienes que comprender que los tipos famosos,
ricos, y poderosos obtienen una ventaja desde el princi-

pio por los rasgos que se asumen en su personalidad,
pero no es una ventaja insalvable.
Si puedes aprender a conseguir la atención de una mujer
y proporcionarle los sentimientos que siempre quiso, te
tratará como si fueras famoso, rico y poderoso también.
Verás, un hombre que es alto, atractivo, rico o famoso
acciona un resorte en el interior de las mujeres que provoca
en ellas ciertos sentimientos placenteros.
Si no eres rico, famoso, alto o atractivo, entonces tienes
que aprender a “instalar ese resorte”, de modo que
cuando te vea, viva esos sentimientos. Las buenas noticias
son que puedes conseguirlo en la mayoría de mujeres,
aún cuando no podrías conseguirlo en la mayoría de
los hombres.